Te escribo estas palabritas en público, porque en privado te diré tantas cosas, que no sé ni por dónde empezar…
“¡Qué poquito os queda para dormir plácidamente!” No para de repetirme –con todo el cariño del mundo- la gente que nos ve a Mari o a mí por la calle, en el trabajo, la familia…
Y yo no paro de pensar, que lo único que tengo ganas es que me llores y me rías, que duermas o que no lo hagas, pero que vengas bien.
Con lo que me gusta a mí dormir…lo mismo me arrepiento de estas palabritas en público.
Ahora que estarás todo el día ahí dentro, calentita, dormida, bostezando, moviéndote de vez en cuando…y dentro de una semana si todo va bien, te tendremos en nuestros brazos, calentita, dormidita, bostezando y moviéndote todo lo que quieras y más, sin un útero que te apriete alrededor. Que llores todo lo que tengas que llorar, pero que vengas bien.