No quiero ser agorero. Los propósitos de enmienda de la gente para el nuevo año, con el tiempo, con el paso de los años, no dejan de ser vislumbrados con suspicacia y con cierta simpatía.
En un mundo en el que los que deberían de dar ejemplo de ciudadanía y solidaridad, se ríen de la ciudadanía y de la solidaridad. Un mundo en el que una chica muere violada en la India, mostrando lo peligroso que es andar por la faz de la tierra. Un mundo que no nos deja mucho límite para la esperanza, tan sólo en los pequeños detalles: una sonrisa, un beso, un abrazo y los niños que no nos quitan la ilusión y las ganas de hacer las cosas bien.
sábado, 5 de enero de 2013
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