sábado, 31 de julio de 2010

Moral

No voy a hablaros de ética ni de religión. No.

Cuando era pequeño - hablo ya como el abuelo cebolleta – había un evento que no podía faltar, paralelamente al Trofeo Carranza. Era ir con tus padres a dar un paseo por Cádiz y pararte en el escaparate de Confecciones Moral. Ese escaparate tan elegante, de principios del siglo XX, con esas letras doradas y grandes. Yo me iba haciendo un hueco entre los otros niños y mayores, con mis codos, hasta llegar a tocar el cristal del escaparate con la punta de mi nariz y soltar el vaho delante de los tres trofeos, con sus banderines, balones y copas de fino. Todos los niños estábamos extasiados delante de tan semejante combinación de colores amarillo y azul con el plateado brillante de los trofeos impolutos.

Luego, de más mayor, Moral se convertía en una referencia al evento prepuberal más importante de aquellos años, que era – cómo no – tu Primera Comunión. Chaqueta azul con corbata, marinero, sargento o teniente general del Ejército del Aire. Todos queríamos llevar uno de los trajes que Moral nos dejaba delante de las narices.

Y aún hace un par de años, no tienes más remedio que ver sus fracs y trajes de chaqueta, que se convierten en referencia para tu boda o alguna fiesta para ir “arregladito”.

Moral cierra, o cerrará, sus puertas el 1 de octubre de este año, dejándome en el tintero de los caprichos escondidos el no haberme hecho una camisa a medida allí, con mis iniciales en el bolsillo. Un capricho.

miércoles, 21 de julio de 2010

El Asedio

Todos los gaditanos que vivimos fuera de Cádiz, estamos deseando llegar, en verano o cuando sea, para igual que la Escuadra Imperial Francesa, apostarnos delante de Cádiz y asediarla. Asediarla con los baños en la playa, con los paseos al atardecer y tomando el sol en La Caleta. Asediarla yendo por las noches a la calle La Palma a tomar caballitas con piriñaca y al avenida 28 (este es nuevo, ¿eh? y hay que probarlo) a pegarte un lomo de atún asiático que te salen dos lagrimones. Asediar a nuestros familiares y amigos, y que nos bombardeen ellos con sus tertulias y esos cafés de media tarde en el Yiyi o en el MariJose.

En estos días leo la novela de Pérez-Reverte, y es curiosa la visión que, mentalmente, me ofrezco a mí mismo, a través de esas páginas escritas, de mi propia Cádiz. Una Cádiz joven, liberal y a la vanguardia de todo. Cierto que no hemos cambiado casi nada en dos siglos. Sin franceses, seguimos siendo igualitos de violentos y salvajes .

CA356

lunes, 5 de julio de 2010

Un día histórico

Yo recuerdo que me emocionó muchísimo verla por primera vez. Una emoción indescriptible, entre lo paranormal (no puede uno creerse que un embrión de 8 semanas tenga corazón y además lata con un ritmo enormemente rápido) y lo divino.

Es increíble cómo un ser de tan sólo 8 semanas, dos mesecitos, tiene su corazoncito y que ahí hay parte de Mari y mía. No puede ser verdad. Y con ese miedo convivimos durante el embarazo. El miedo de perderlo, de que vaya todo bien. El miedo de saber lo difícil que puede llegar a ser padre. Simplemente lograr un embarazo.

No me emocioné (lacrimógenamente hablando), porque la ginecóloga es amiga mía y me daba vergüenza que me viera con los ojitos húmedos en aquella primera visita. Luego sí que se me han caído los lagrimones viendo la fotito que nos imprimió, aquel día. 8 semanas.

Luego, dos semanas después, casi tres, a las 11 semanas te hacen otra ecografía para ver cómo sigue todo. Y ahí, queridos todos, ahí, aparece una cabeza, dos brazos y dos piernas. Un esbozo de personita, que mueve sus miembros con gracilidad.

Y todo esto os lo digo, porque siendo yo médico y no recuerdo la nota que saqué en Embriología Médica (creo que fue un notable), todo lo que rodea a un embarazo, ahora que lo vivo en primera persona, me sorprende cada día más.

De todas formas, lo que más me ha sorprendido hoy, ha sido levantarme con la noticia histórica de que haya entrado en vigor la nueva Ley del Aborto. Ya sabéis que no suelo yo meterme mucho en política, pero que esta ley que afecta la vida de millones de embriones como fue mi embrioncita, dictada por la conciencia de gente sin conocimientos y abanderada por una paleta recién salida de la cultura del "pelotazo" de mi provincia (qué desgracia para mi tierra...).

Y no me valen excusas como "estoy en paro" o "soy demasiado joven", no me valen. Nuestros padres han estado en condiciones exhaustas desde el punto de vista económico y han sabido sacarnos adelante con "na y menos". Y en cuanto a los jóvenes, lo que deben potenciar es una buena cultura de la sexualidad y los métodos anticonceptivos, que lo que no puede ser es que yo para operar a una niña de 15 años de apendicitis necesite un consentimiento informado y firmado por sus padres y para practicarle un aborto, "nanai".

Una locura. Por eso hoy, es un día histórico.


La foto es de un embrión de 6 semanas. Un embrión de verdad. La he tomado prestada de la página en facebook: "Protejamos los huevos humanos".

domingo, 4 de julio de 2010

El abrazo más antiguo del mundo

Nunca entendí porqué demonios mi cuñada Ainhoa prefiere San Fernando a Cádiz, de verdad. Ella siempre ha manifestado su ser "cañaílla" (tal y como es mi hermana) por encima del chovinismo gaditano más empedernido (encarnado en la figura, cómo no, de mi hermano). Ainhoa lo ha tenido muy clarito: amo San Fernando.

Ahora lo voy entendiendo.

Cómo no va a querer estar enamorada hasta los huesos de La Isla, si es que resulta, señoras y señores, que allí se ha descubierto...ta ta chán!!! "El abrazo más antiguo del mundo"...

Una excavación arqueológica en plena obra de construcción de un campo de hockey (¿pero la gente juega al hockey en San Fernando?), y aparecen ahí. Dos enamorados, o dos familiares, aún no se tiene claro. Pero eso sí, dos personas de más de 6.000 años de antigüedad (dos veces la edad de Cádiz), con sus huesos entrelazados y sus cráneos enfrentados.


Me imagino una tarde plomiza, de esas que de vez en cuando hay por el Sur, con el cielo grisáceo y la mar revuelta. Todos vestiditos con sus pieles como aquel coro que sacó Nandi Migueles, Génesis, y empezando a expresar sentimientos, dolor, pena, amor, alegría...Todos alrededor de aquella tumba. Y como detalle, cogiendo los miembros, ya sin vida, de aquellas dos personas, poniéndolas en contacto con los miembros de la otra, cogiendo con cuidado sus cabezas llenas de pelo y con el entrecejo corrido, y enfrentando los dos huesos frontales de cada cual.

Son preciosos guiños que la historia, y la arqueología, nos hacen de vez en cuando a los gaditanos.
Ahora lo entiendo, Ainhoa.