El 20 de noviembre, yo no lo sabía, es el día mundial de los derechos del niño. Y es una grata noticia que hemos recibido Carmen, Mari y yo, este año. No ya por la cantidad de actividades que habían organizado los PupaClown y otras muchas asociaciones, en colaboración con el Ayuntamiento de Murcia, de las que hemos participado activamente esta mañana. Me refiero a que no tenía ni idea de que los niños tenían unos derechos bien establecidos.
En mi trabajo, en mi posición, siempre escucho a muchos padres decir aquello de "lo que no se haga por un hijo". Y es cierto, es un amor animal, instintivo. Que puede sacar lo mejor y lo peor de nosotros.
Pero si nos damos cuenta y abrimos un poco los ojos, los derechos de los niños se pisotean a menudo, porque "como son niños", "como son pequeños", "como casi no entienden nada". En cirugía pediátrica, lo compruebo muchas veces, cuando muchos especialistas no saben ni siquiera que existimos. Mucha gente no sabe que los niños tienen su propia especialidad quirúrgica. Y mucha gente nos sigue llamando "pediatras" (hecho que nos honra profundamente).
Pero no es aquí a dónde voy, aparte de señalar que muchos laboratorios y empresas, ni siquiera fabrican material quirúrgico a medida para los más pequeños y hay que hacer malabarismos o usar material de adultos, para operar a un bebé.
En cualquier hospital normal, una habitación para albergar a un paciente tiene una ventana que asoma a dónde sea. No digo ya un paisaje bonito, el mar, la montaña, algo donde se puedan relajar las personas que están ingresadas.
En nuestro hospital, aún sigue habiendo un grupo de pacientes, aislados, por sus condiciones infecciosas, hacinados en una planta llamada así: Aislados. Una planta en la que las habitaciones siguen, 3 años después, sin tener una ventana en la que esos niños, algunos de ellos, crónicos, se llevan días, semanas, sin ver la luz del sol. Desorientados sin saber si es de día o de noche.
Eso, en mi pueblo, es mearse en los derechos de los niños. Porque seguro que si tuvieran más de dieciocho tacos y pudieran valerse con voz propia, hace tiempo habrían cambiado de sitio dicha planta.
Debemos ser conscientes de que hay muchas formas de saltarse estos derechos, fuera ya de la prostitución, la explotación, los niños soldados o el acoso escolar.
Ahí queda eso.
Artículo de LA VERDAD referente a la planta de Aislados con fecha 14.12.11
domingo, 25 de noviembre de 2012
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2 comentarios:
Totalmente deacuerdo Óscar!! Es inconcebible que estén tanto tiempo (ni un solo día) sin ver la luz del sol.
Ains Oscar... Ser padre nos hace ver la realidad del modo q tú lo has hecho. Sí tuviéramos más fuerza para cambiar aquello q no nos gusta... Empezando x hacer más partícipes a los padres y dejandoles estar con los niños en la realización a estos d algunas técnicas...
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