Dicen que con la luna llena, todo se altera. Hay más partos, más suicidios, más violencia. La luna ejerce un poderoso efecto sobre el comportamiento humano, alterándolo inequívocamente.
Quizá por eso anoche un taxista jubilado de setenta y cuatro años, afecto de asma y con la sensación de que nadie le había hecho caso, cogió su revólver (encontrado durante sus años de profesión en Barcelona, y que alguien dejó olvidado en la parte trasera de su taxi), y disparó contra la médico que le atendió en el Centro de Salud. Resultado: un herido de gravedad y ella, muerta. Treinta y cuatro años, una niña de dos años y una familia missing.
Uno se va realmente cabreado cuando sale del médico y cree que no le ha hecho ni caso. O te toca una vieja doctora que pasa de ti y ni te mira a la cara mientras escribe tus síntomas, o te toca un niñato recién acabado, con el título sacado en una tómbola, al que sus nervios y sus formas le delatan una inexperiencia descomunal.
La gente agrede al personal sanitario y la sociedad se queda tan pancha. Y todo por el puro convencimiento de que "es que hay médicos que son para echarlos" o "es que las enfermeras tienen tela marinera".
Aquí no pasa nada. Pero si te cuento que la mayoría de los médicos (hablo por mi gremio), tienen que estudiar 6 años, más un año después para sacarte el MIR y luego otros cinco años más para una especialidad como Cirugía Pediátrica, por ejemplo, resulta que has estudiado más que cualquier madre o padre sabelotodo que te mira de arriba a abajo como si fueras un bicho raro.
Y si además resulta que tienes 6 ó 7 guardias al mes de 24 horas, pagadas peor que otros gremios (véase señora de la limpieza, véase fontanero, véase mecánico de automóviles... con todos los respetos).
Y si además resulta que no coges tu día libre, saliente de guardia, porque tienes que seguir atendiendo a la población y que dedicas parte de tu tiempo libre a seguir estudiando para mejorar tus conocimientos.
Y si además te cuelas con cuarenta tacos, dos niños en el mundo y sin plaza fija, con la inestabilidad de asumir que el día de mañana te pueden pegar una patada en la espalda y mandarte al carajo... Pues todo se complica. Pero eso la gente no lo ve.
Los médicos viven bien.
Esa es la opinión generalizada. Y por eso mismo vivimos tan bien, que no hay cuerpos de seguridad en casi ningún centro de salud y en hospitales, para velar por nosotros. Estamos vendidos. Y hoy, desgraciadamente, se ha vuelto a ver. Y no cito la cantidad de agresiones verbales y físicas que se dan a diario. Por eso mismo, vivimos de puta madre. Porque a estas horas, le están extrayendo los órganos para trasplante a una compañera que tiene cuatro balazos en la cabeza, y que no podrá ver crecer a su hija, ni su hija podrá verla envejecer. Pero, claro, los médicos viven bien.
La culpa al final va a ser de la luna llena.
2 comentarios:
Pedazo de artículo!!! Yo como enfermera tengo que lidiar a diario con mucha gente que sin motivos suficiente quieren una "bajita", porq se está mejor en casa q en el curro. Y luego encima escuchando q la enfermera no hace nada "ahí sentá con la pata cruzá", por no mencionar lo que saben todos los usuarios de medicamentos y técnicas de enfermeria....¡Como si a una le hubieran traido el título los Reyes Magos!. Dios mio, lo que hay que escuchar!!! y luego dicen que los sanitarios no tenemos humanidad....
Y los que no somos sanitarios, que tambien tenemos que aguantar lo nuestro....Esas familias leidas e instruidas que se saben todos los manuales sobre alzheimer y demencias, y te dicen en tu cara, que no somos profesionales, porque su padre le está pegando a todos los trabajadores y demás usuarios y nosotros no podemos con él....tocate los..... En fin, que más de lo mismo....Cada uno cuenta la feria como le ha ido.
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