Hoy me vienen a la memoria, recuerdos de tiempos pasados. Tiempos en los que las mayores alegrías de uno, se las llevaba con las notas de los Salesianos, tres veces al año, y con los fines de semana, cuando mis padres me acercaban (a mí y a mis hermanos) a Cádiz. Pero a Cádiz, al casco antiguo. A Cádiz, Cádiz.
Uno de esos destinos de sábado-tarde, era la casa de mi tía Inés y mi tío Custodio. En la Calle Nueva.
La calle Nueva, en una foto antigua
Hubo una época, antes de mi venida al mundo, en que mis padres y hermanos vivieron en la calle Nueva. Una calle maravillosa. Con mucha vida. Semana Santa y Carnavales pasan por esa calle como si nada. Año tras año. Como os decía, allí vivieron mis padres y hermanos y en el piso de arriba (o en el de abajo, no recuerdo bien), vivían mi tío Custodio y mi tía Inés, además de la madre de esta última. Y, cómo no, mis tres primas: María José, Inma y Yolanda. No habría "posts" para hablar de los recuerdos que se me vienen. La de cuentos e historias de miedo que me han contado mis primas. "
Mariquilla Hurahura, que te comiste mis asaduras". La de paseos y regalos que me ha hecho mi prima Inma. Además de mi primer viaje en tren a, nada más y nada menos, El Puerto de Santa María.
En la playa, un domingo cualquiera, de izquierda a derecha, mis primas Yolanda, Inma y María José junto a un chiquillo jovencísimo con una gorra un montón de rara, que no es otro que mi hermano Chano
Mi madre, siempre me cuenta que cuando mi tío enfermó, yo hablaba (con cuatro añitos) de que sería médico para hacerle un gran trasplante de corazón. Ahora recuerdo a mi tío con su oxígeno en casa, y riéndose con aquellas ocurrencias.
En la azotea de la Calle Nueva, no sé quién es quién, tan sólo veo a mi madre, que está a la derecha del todo, de pie
Aquellos pisos, casas grandes y de altos techos, se transformaron con el paso de los años en edificios de oficinas. Pero, el otro día, cuando estuve en Cádiz y pasé por la Calle Nueva, vinieron a mí, muchos recuerdos, todos agradables de ese pedacito de mi vida que yo viví. Puedo decir que con ellas, más que primos hermanos, hemos sido hermanos y primos. ¡Quién pudiera volver atrás para aspirar la fragancia de aquellos tiempos! Y, de paso, a mi tía Inés a ver si me acerco a verla pronto, porque estoy más perdido que el barco del arroz. Iré, tita, iré.
8 comentarios:
Pues te diré que en esa casa los que vivimos fuimos tus padres y tu hermano mayor, ya que tu hermana aun no habia nacido. Era un cuarto piso, con unas vistas impresionantes al muelle, donde muchas veces, todavia recuerdo como sonaba el Vapor del Puerto, y sobre todo, las escandaleras que se liaban en la Calle Nueva, gente que iba y venía, y sobre todo, los que entraban a tomarse sus copitas en el Pedrín...a mi me pasa igual...cada vez que paso por esa calle, no puedo evitar el mirar aunque sea de reojo hacia arriba de la Camelia, o entrar por el callejón de Aurelio Sellé, que era como se llamaba la calle donde viviamos. Y todos esos recuerdos que te cuento son de puertas para afuera, los de puertas para adentro, esos me los guardo...pa mí, pa siempre.....
La Voz Digital 1 de Febrero de 2006.Preciosa carta de Yolanda, en el cachito de diario de los miercoles.
"La calle Nueva"
"Cuando yo nací, la calle Nueva ya no era el Wall Street que decían los libros de historia pero todavía se escuchaba de madrugada el tintineo de las cucharillas del café del Español que tanto sigue echando de menos mi tía. La calle Nueva era el obligado camino de las mujeres para la Fábrica de Tabacos, de los hombres para el dique, de la vida para la niña de balcón que siempre fui y que se levantaba todos los días con las primeras luces para mirar a la calle donde todo pasaba, donde todo tenía su sentido.
La librería Dulcinea que, de tan pequeña, tenía que sacar dos mostradores a la calle y donde descubrí que Le Monde no era el mundo mal escrito. El Mikay, el Novelty, la Caja de Ahorros Urbana nº 2 -posiblemente las primeras palabras que aprendí a leer-. El Pepín de tanto ajetreo en Semana Santa cuando Felipe Campuzano tocaba el piano al paso del Nazareno, de tanto bullicio con las Cigarreras, con la Sentencia, de tanto disloque con el Perdón ya de mañana.
La Camisería Ris donde Pepe el camisero medía la rutina de los vecinos, Modas Loher con los grandes escaparates que se empeñaban en hacer realidad los patrones del Burda, la barbería de Félix -única superviviente entre tanto banco-, la sombrerería donde lo mismo vendían gorros tiroleses que verdugos para echarse al monte, Confecciones Colón con los trajes de comunión más modernos, cortos, beiges, con pamela...
El puesto de periódicos del suelo, agrandado en mi memoria por el efecto amplificador de la memoria, donde los tebeos convivían con las mujeres semidesnudas que anunciaban los años ochenta; el estanco regentado por tres damas siniestras -nunca se supo con claridad el parentesco entre ellas- que vendían los sellos, sobres y papel de cartas que necesitaba mi abuela para aplacar sus ansias epistolares y donde mi hermana con apenas cinco años compraba los Records de mi padre sin que nadie se llevara las manos a la cabeza. La relojería con el gran reloj negro parado siempre en la misma hora y el escaparate lleno de bombones y de muñecos de tarta, el escaparte de La Camelia.
En el balcón siguen muy quietos dos niños mirando a Ramón, al Bombay, al ciego de los cupones, al que pregona la prensa, contando las campanadas del Ayuntamiento, las pitadas del Vapor. Dos niños de la calle Nueva.
La calle Nueva era el río de la vida, de mi vida. No tenía árboles ni alcorques. Ni falta que le hacía".
No pude menos que emocionarme cuando la leí por primera vez, y todavía hoy me sigue saliendo una sonrisilla muy tonta cada vez que la miro . Por eso, porque me veo en el balcón....
Ahora me toca a mí. Los de la foto de abajo, querido hermano-primo chico son: Tu madre, mi padre conmigo en brazos, mi tío Paco, mis hermanas. Tu tía Inés Girón, Fernando, y los otros dos no lo sé. Yo de chica quería ser periodista y tú médico. Yo ahora escribo en los periódicos y tú eres médico. Chanito es el más evolucionado, que decía que quería vender perejil en la plaza y ahora es todo un director. Pero yo no tengo nostalgia, la verdad, aunque también me sigo viendo en el balcón. Besos
Yolanda
Hola a todos, me emocionais con vuestros recuerdos de verdad, sois autenticos.
Pues yo la verdad tengo vagos recuerdos de mi infancia en cadiz jejeje(por lo menos en esta vida) pero yo si que he conseguido algo mu grande, mi madre me cuenta que con tan solo cuatros años ya cantaba por la lola flores, dando golpes en el pecho cantando "yo soy la lola de españa"....con mi flor en el pelo y ya de mas adolescente me emocionaba viendo en la tele las procesiones y los carnavales, las preciosas playas, las ferias y tenia claro que con mi primer sueldo me vendria de vacaciones, que barbaridad, mi madre se reia mucho.
Pero cuando llego mi tren lo coji y me vine a san fernando a trabajar y por supuesto ya mi madre sabia que seria sin retorno y mientras lloraba me decia" al final lo conseguiste hija" "lograste tu sueño" uffff me emociono recordandolo y aqui estoy viviendo, con mi marido mas gadita que ninguno, rodeada de muy buena gente y disfrutando de todo lo que soñe durante toda mi vida y por supuesto he conseguido ser como mi idolo, la lola flores, ni canto ni bailo pero tengo un arte que no se puede aguantar jajajajaajaj que me quiero leche.Y como dato curioso no tengo ni una foto de chica vestida con el traje regional vasco, en todas las fotos que tengo estoy vestida con un traje de gitana que me regalo una vecina malagueña....oleeeeeeeeee.
Un besazo a todos,cuñados, hermanos-primos, marido etc... os quiero.
Yo, como siempre.....sin ubicación......pero tambien guardo buenos recuerdos de aquella casa.
Algún día podrías hablar de tu hermana, so malage. Hagamos una plataforma "Leo también existe". Podéis mandar vuestras fotos y mensajes a este mismo blog.
Gracias
- cuando mis padres me acercaban (a mí y a mis hermanos)
-Como os decía, allí vivieron mis padres y hermanos y en el piso de arriba
creo que si que te cita....no?
Jajaja.....déjate de plataforma Angelita que ya nos conocemos.
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