Siempre ha sido mi color favorito. De chico y después, de adolescente, jugar al parchís en la playa, era sinónimo de pelearse con mi amigo Sergio Carmona, por coger las fichas de ese color. Más tarde se convirtió en la obsesión de mis cuadros de óleo y acuarelas: siempre temas con la mar o el cielo de Cádiz, de por medio.
El azul me relaja, me gusta. Me sugiere mares, ríos y cielos de las mañanas frías y claras de invierno. Amarillo y azul es el color del Cádiz.
Azul es el tema de Windows en mi ordenador y azul el tema de pantalla de mi móvil. Mis camisetas preferidas son las azules y las camisas y polos de ir a trabajar, más de lo mismo.
Hoy el día es un poco gris. Está la tarde deseando descargar algo de agua ligera. Y no se ve el cielo azul, por supuesto. Sólo nubarrones oscuros.
Hoy el azul se ha ido de mi paisaje y ayer también desaparecía uno de los azules más bonitos y profundos de entre todas las miradas del cine. El de los ojos de Paul Newman.
3 comentarios:
Bajo la lluvia, en Camino a la perdición…
Saludos desde Santa Cruz, Osquítar. Un besico pa la Mari. Cuidadme a esta gente allí en Murcia, nenicos, ¿eh?
Me alegra saber de ti Paul. Ya te echamos de menos, pero también queda menos para Navidad y para volvernos a ver. Espero que sigas leyendo el blog desde allí. Un abrazo.
Ummmm azul,tambien es mi color, sobre todo el celeste, me trasmite mucha tranquilidad y seguridad y además me sienta de maravilla, como ya sabes hasta mi vestido de novia fué celeste...
Y que decir de esos ojos de paul newman que a mi me acompaño en mi adolescencia,tenia puesto en mi habitación un gran poster de el y mi carpeta de estudiante llenita de fotos suyas y por supuesto todavia lo conservo, pero se que el brillo de esos ojos tan celestes no se aparagaran nunca mientras le recordemos.
Un besazo para los dos ,tengo muchas ganas de veros.
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