martes, 23 de septiembre de 2008

Las malas yerbas



Las malas yerbas o hierbas las hay por todas partes. Están en la calle, en casa, en el trabajo. Allá donde hay plantas, hay malas yerbas (permitidme que lo escriba así, que me gusta más). Allá donde hay jardines, hay malas yerbas. Si tienes una planta, por pequeña que sea, siempre habrá alguna yerbita que le crezca alrededor y se alimente de las raíces de ésta.


Pero las malas yerbas, aunque aparentemente sean inofensivas, hacen daño. Hacen daño porque crecen donde nadie las quiere. Probablemente si se criaran ellas solitas en un sitio donde pudieran ser permitidas, no molestarían. Pero no. Crecen al lado justo del rosal más bonito, o del geranio más florido.




Las malas yerbas "se caracterizan por su alta capacidad de dispersión, gran persistencia y por ser muy competitivas" (del Herbario de la Universidad de Navarra). Son plantitas que, siendo más insignificantes y ridículas que nadie, pretenden robar el agua y los nutrientes a quien más se los merece por belleza y, ¿por qué no?, por naturaleza. Tienen gran capacidad de dispersión. Mmm. Se pueden poner de acuerdo, y si se ponen de acuerdo varias malas yerbas, entonces cualquier hibisco o cualquier ave del paraíso, está perdida. Se la cargan.


Siguiendo con la definición de la Universidad de Navarra, "disminuyen el rendimiento del cultivo, interfieren con estructuras agrarias o en los procesos de cosechado y comercialización". Es decir, que las malas yerbas sólo se dedican a dar por saco. Por eso son malas.


Hay algunas que incluso se dedican a trepar, como las enredaderas, intentando disimular la belleza de las orquídeas, o acallando el olor del romero. No les importa que nadie las vea, porque su único interés es crear disconfort y caos en los jardines.


La orquídea, probablemente una de las flores más bellas del mundo


Por eso, queridos amigos, es necesario arrancar las malas yerbas del jardín. Por lo menos, del jardín propio. Arrancarlas y quemarlas, desterrarlas, para que ninguna de ellas sea capaz de romper la armonía en nuestro terreno. Pero ésto sólo es un consejo de jardinería. Que nadie se lleve a error.

3 comentarios:

Paul Spleen dijo...

Orquídea significa «testículo» en griego: se llama así por la forma de sus raíces, que recuerda a la de dos gónadas hermosicas.

Para mi gusto, dejas muy poco espacio entre post y post, nenico, y no me das tiempo a comentarte como está mandao; pero es lo que tiene la creativirrea, jeje… Y no contestas ni nada a quienes te comentan. Bua. ;o)

Oscar Girón dijo...

La creativirrea me está enfermando, querido Paul. Pero es que cada día, siempre tengo un pensamiento (casi siempre) que me gustaría plasmar. No escribo por escribir. Cada cosa tiene su "sino" y su momento. Ya llegará el día o los días en que no escriba. De momento, aquí estoy para contestarte, canım arkadaş.

ainhoa dijo...

Je,je,je yo no hace mucho que arregle mi jardin, quite las malas hierbas, los rastrojos....y puedo contar con los dedos de una mano las plantas con las que me quede, desde entonces mi jardin se ve en armonia, se respira otro aire,pero es curioso se me paso por alto uno de los rastrojos al lado de una preciosa flor llamada antirrihinum majus,perrito, la denominación genérica proviene del griego "anti"(parecido) y "rish"(hocico) que hace referencia a la forma.Contiene principios activos sobre todo en las flores que le confieren poderes emolientes y estimulantes, sera por eso que esta planta lejos de venirse abajo y dejarse chupar todos los nutrientes y su agua se ha hecho mas fuerte y bonita y curioso el rastrojo se fue secando hasta desparecer.un besazo.